Isabel de Palencia nació en Málaga en 1878, de padre español y madre escocesa. Cursó estudios en Málaga y Londres. Tras trasladarse a Madrid en 1095, inicia una breve carrera como actriz, aunque finalmente se decantará por ser periodista y escritora. Trabaja en periódicos como El Sol, y fue corresponsal del Daily Herald durante seis años. Fundadora de la revista La Dama, fue directora y redactora de la misma. Asimismo fue corresponsal para España del Laffan News Bureau, una agencia de prensa de Londres, y para el diario Standard, también de la capital inglesa.
Coincidiendo con esta época de periodista en España, dio una serie de conferencia por Europa y Estados Unidos. A su primer libro, Estudios sobre psicología infantil, le siguió una novela, El sembrador sembró la semilla, que trataba de la herencia biológica. Más tarde escribirá Trajes regionales de España, en español y en inglés; una obrita de teatro, Diálogos con el dolor y finalmente en el exilio en México, sus dos libros de memorias: I Must Have Liberty (Hombres de libertad) y Smouldering Freedom (Rescoldos de libertad).
En su labor a favor del movimiento feminista, actuará como delegada en congresos de mujeres sufragistas celebrados en Ginebra y en Roma, ayudando poco tiempo después a fundar el primer club de mujeres de Madrid. Asimismo, fue delegada del Gobierno republicano en la Conferencia Internacional del Trabajo, participando en ponencias relacionadas con el tema de la mujer y de la infancia. Más tarde recibirá un importante encargo del Gobierno: impartir una serie de conferencias por Estados Unidos y Canadá en favor de la causa republicana. En 1936, fue nombrada ministro plenipotenciario en Suecia y Finlandia, siendo la primera mujer española en ocupar un puesto de tanta relevancia. Precisamente fue en Estocolmo, donde conocerá a la embajadora de la Unión Soviética, Alejandra Kollontai, de quien escribirá su biografía, y cuya amistad perdurará durante el resto de sus días.
Tras la Guerra Civil, se exiliará a México con su familia, compuesta por su marido el pintor Ceferino Palencia, sus dos hijos y un sobrino, aunque siempre con el pensamiento puesto en volver a una España libre. Sueño que no pudo cumplir pues falleció un año antes que el dictador Francisco Franco.
Ediciones del Genal
Librerías Prometeo y Proteo.
ISBN: 978-84-16021-91-8
251 Páginas.
ALEJANDRA DE KOLLONTAI –Embajadora Rusa-
Esta es una biografía cercana y objetiva de una mujer rusa excepcional. El padre de Alejandra de Kollontai, general en el ejército del zar, era un liberal de quien la joven Alejandra aprendió lo mejor de su ideología futura. Ella tuvo oportunidad de ser testigo sin participación directa en la Revolución de 1905, pero doce años más tarde ya compartió tareas de responsabilidad con Lenin.
Los años de estudio que pasó en Alemania, la tenacidad de la que hizo gala en sus años de exilio, su talento natural y su inquebrantable lealtad hicieron de ella uno de los miembros más valiosos del partido comunista. Fue ministra de Bienestar Social en el primer gobierno de Lenin.
Las numerosas obras de ficción de la autora gozaron de gran popularidad e influencia, resaltando siempre el papel de la mujer en la sociedad rusa. Pasado algún tiempo fue nombrada embajadora plenipotenciaria de Noruega, México y finalmente en Suecia. En este último país se ganó el respeto y la admiración de sus habitantes y de muchos líderes liberales en el mundo entero. Su labor en el campo diplomático le granjeó amistades hasta mitad del XX, fecha que se jubiló.
Los sucesos que jalonan la vida de Alejandra son apasionantes, pero para la autora de esta biografía su faceta humana es aún más importante. Isabel Oyarzábal, o Isabel de Palencia, como firmaba en ocasiones, vivió en México hasta su muerte, y ha sido amiga personal de Kollontai, compartiendo con ella tareas en la diplomacia.
Por consiguiente, esta biografía ofrece esa característica especial de ser fruto de las observaciones de alguien que fue su amiga personal. Así aparecen en este libro muchos de los principales dirigentes mundiales de la época, nombres como Brantring, Liebknecht, Lenin, Stalin; mujeres como Clara Zetkin, Grace Abbot y una pléyade de figuras de menos fama.
Esta biografía está plagada de anécdotas y de detalles que reflejan la personalidad de la biografiada.
Isabel de Oyarzábal, autora de Hombre de libertad.
Tras leer este gran libro, me doy cuenta de la gran importancia de la política rusa del siglo XX, al mismo tiempo me permite conocer quién era esta interesante mujer. Lo recomiendo.
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